Ningún ave silvestre pasa tanto tiempo a nuestro lado como el gorrión común. Son un vecino más en el barrio, que habita los tejados de nuestras casas, patios, aceras, calles y jardines, nos alegra con su presencia y sus reclamos y, como otras aves, ayuda a controlar las plagas urbanas. Los problemas que se apuntan como causantes del declive del gorrión (contaminación, ruido, mala alimentación), afectan también a la salud de las personas y por tanto el gorrión puede ser un indicador de la calidad de vida de las personas. Lo que es malo para el gorrión, es malo para todos.
¿Sabías qué en 1958, en la China de Mao Zedong se exterminaron a casi 2.000 millones de gorriones para mejorar sus cosechas? Las consecuencias fueron nefastas. La ausencia de esta especie desequilibró los campos de cultivo y las cosechas fracasaron. China tuvo que adquirir gorriones de la comunidad internacional, que ahora protege y valora.
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